- 15 de enero de 2015
- Posted by: Alejandro Cambiaso
- Categoría: Noticias
Disponer de normas y reglas consideradas como mejores prácticas permiten, en un mercado poco regulado, garantizar la transparencia, ética y comunicación efectiva.
El turismo de salud es una importante actividad mundial que responde a una demanda de servicios de salud de alta calidad y seguridad con costo-efectividad y atención inmediata, ya que las largas listas de espera y elevados costos de la atención médica en países desarrollados, así como la ausencia de medicina especializada y tecnología de punta en algunos países en vías de desarrollo impulsan a muchos pacientes y compañías a explorar opciones fuera de su territorio.
A la hora de decidir o recomendar dónde recibirán servicios de salud los pacientes internacionales, compañías, aseguradoras y facilitadores médicos, hay factores claves que guían esta decisión, entre los cuales están la garantía de calidad y aspectos legales, por lo que crear un sello de calidad local que identifique los prestadores nacionales habilitados que cumplan con estándares de calidad y que cuenten con los avales para brindar servicios de salud a pacientes internacionales es prioritario, conformando una guía de destino donde se identifiquen los centros de salud con capacidad logística, apoyo idiomático, programas de prevención de infecciones, atención centrada en el paciente, continuidad de la atención, protocolos de manejo, así como respeto de los derechos y deberes de pacientes internacionales de la American Medical Asociation y así garantizar la seguridad y sostenibilidad del turismo de salud en nuestro país resulta de gran importancia.
Adicionalmente la acreditación internacional con Joint Comission International y la certificación de los departamentos internacionales hoy día juegan un papel preponderante para ser competitivos en este mercado.
A tomar en cuenta. Disponer de un consentimiento informado, proceso donde se expresa con claridad en qué consistirán los procedimientos a realizar, posibles riesgos y beneficios del mismo, así como los riesgos concernientes a viajar en avión después de una cirugía o intervención médica, cerciorándose el prestador de servicios de salud que el paciente haya comprendido, autorizado y firmado el documento antes de planificar su intervención, es un mecanismo indispensable para esta actividad.
De igual forma, los pacientes deben conocer sus derechos y deberes. En caso de que ocurra una disputa debe estar claramente determinado dónde se realizará la resolución de conflictos. En República Dominicana, el Centro de Resolución Alternativa de Controversias, en la Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo, resulta una opción favorable, ya que se ofertan opciones de conciliación y arbitraje que resultan confidenciales, favoreciendo el diálogo y soluciones más expeditas que en el sistema legal convencional, ya que dependiendo de la complejidad del caso pueden durarse años en resolverse conflictos médico-legales.
Los contratos con aseguradoras internacionales, empresas autofinanciadas (que asumen el riego de salud de sus empleados), facilitadores a médicos, países, entre otros, deben de tenerse presente, además de los tarifarios atractivos para ambas partes, condiciones claras de cómo va a funcionar la relación entre las partes referente a mecanismos de pagos, carta de garantía, operatividad, responsabilidades bilaterales, duración del contrato y causales de terminación, así como si aplica cobertura ante posibles complicaciones, jurisdicción competente y ley aplicable en caso de que sea requerido resolver algún conflicto entre prestadores y aseguradora o prestador del servicio y paciente.
En el país. República Dominicana ha experimentado importantes transformaciones en el orden económico y social como resultado de la globalización, y el sector salud no escapa a esta realidad, por lo que es vital respetar y modernizar la legislación nacional existente enmarcada en la Ley General de Salud y demás normativas, así como favorecer la creación de un marco regulatorio del turismo de salud para poder contar con reglas claras, normas, protocolos.
Existen iniciativas para que se ponderen modalidades como zonas francas de salud, exequátur de inversión favoreciendo la seguridad jurídica para fomentar y garantizar la inversión extranjera en territorio local, así como transferencia de tecnología que impulse el desarrollo de la medicina dominicana y sirvan como factores diferenciadores que potencien de manera transparente y decidida el turismo médico, lo que expertos entienden se traducirá por los requerimientos de certificaciones, acreditaciones y cumplimiento de estándares en la elevación de la calidad de los servicios de salud tanto para pacientes locales como para pacientes internacionales.
Los acuerdos y convenios internacionales en materia de libre comercio presentan oportunidades a valorar en lo que respecta a disminuir carga impositiva, inversiones internacionales en centros locales favoreciendo la modernización del sector salud, acceso a tecnología de punta y captación de capital extranjero. Otros interesantes nichos de mercado son la compra de insumos, equipos, certificaciones, tele medicina, programas de segundas opiniones, entre otros.
En definitiva estamos ante una gran oportunidad para el país que tiene potencial de favorecer la diversificación de la cartera de turismo, crear empleos, captar divisas, fortalecer los indicadores de salud de la nación y nuestra imagen internacional, por lo que el turismo de salud debe ser una actividad de prioridad nacional y contar con alianzas público-privadas y normativas que garanticen su planificación, crecimiento y sostenibilidad.
Dr. Alejandro Cambiaso R. MD, MBA.
Presidente Asociación Dominicana de Turismo de Salud.